Como psiquiatra y, sobre todo, como psicoterapeuta, creo que lo más importante es ESCUCHAR a la persona que acude a pedir ayuda.

Sólo desde una escucha empática se puede diseñar un camino a recorrer.

La manera de acompañar en ese camino puede incluir recomendaciones de fármacos pero sin olvidar que los síntomas tienen que leerse en un contexto social, relacional, familiar… y que hay que poner atención a las señales de alarma que nos envía el cuerpo (en mi opinión el gran olvidado de la psiquiatría).

En este sentido le doy mucha importancia al concepto de autocuidado en amplio sentido y concretándolo para cada persona.