Es difícil saber en qué momento se debe acudir a un profesional de la salud mental. Muchas veces no sabemos si es “normal” o no lo que nos ocurre, si solamente es producto de las circunstancias, si se pasará con el tiempo…En mi opinión hay que pedir ayuda profesional cuando haya un sufrimiento que interfiera significativamente en nuestra vida.
Pues depende. Si tienes buena relación con tu médico de cabecera él te podrá orientar. Si quieres acudir directamente a un profesional de la salud mental es posible que te preguntes si acudir a un psicólogo o a un psiquiatra. Cuál es la diferencia? Básicamente los psiquiatras son médicos que posteriormente se han especializado en psiquiatría. Si crees que necesitas medicación te la podrá proporcionar un médico generalista o un psiquatra. Ellos te podrán derivar posteriormente (en caso que necesites psicoterapia) al profesional adecuado. Si tú piensas ya de entrada en una terapia es mejor que acudas directamente a un psicólogo. En caso de que precisaras medicación te derivaría igualmente al profesional adecuado.
Es una palabra que trata de definir lo que te ocurre en un lenguaje clásicamente atribuido a los profesionales de la medicina y la psicología. Hay que tener en cuenta que un diagnóstico es una manera de explicar lo que le pasa a alguien en un momento determinado. Una manera adecuada de diagnosticar en salud mental incluye los antecedentes médicos, los rasgos de personalidad, la situación sociofamiliar etc. Un diagnóstico sirve a los profesionales para saber de qué hablamos sin tener que explicar el caso entero. Sirve como orientación de cara a poder ofrecer ayuda adecuada. En principio sirve de ayuda al paciente y a familiares para entender lo que le pasa.
Dentro de los tratamientos médicos tenemos diferentes tipos de psicofármacos. Los más usados clásicamente son los antidepresivos, los tranquilizantes, los eutimizantes (o normoreguladores), los neurolépticos etc a los que se van añadiendo otros tipos de fármacos en las últimas décadas. En el campo de la psicología hay un amplio abanico de terapias desde la psicología cognitivo-conductual al psicoanálisis pasando por la variedad de terapias humanísticas, terapias de tercera generación etc